La relajación profunda causada por la presión de una manta pesada nos hace caer en un sueño profundo en un corto tiempo sin despertar por la noche. Estimula tu glándula pineal para intensificar la producción de melatonina. La manta pesada también afecta la producción de serotonina, la hormona de la felicidad con la reducción simultánea de cortisol, también conocida como la hormona del estrés. Cuando nos cubrimos con una manta pesada, obtenemos una agradable sensación de seguridad y tranquilidad. Como resultado, nuestro cuerpo y sistema nervioso se calman.