El «bajón del lunes» o «síndrome del lunes» es la tensión y el estrés que sentimos el domingo anterior a la semana que se aproxima. Este miedo puede estar presente desde el domingo por la mañana, intensificándose a medida que se acerca el lunes. Esta reacción puede tener consecuencias a corto plazo que son desfavorables para nuestra salud, por lo que definitivamente vale la pena luchar contra ella.
¿De dónde surge esta aversión al lunes?
Si el fin de semana son tus 48 horas más importantes de la semana y estás contando las horas para que finalice la semana laboral, entonces puedes tener un problema. Desafortunadamente, no importa cómo planees tu domingo y cuántas distracciones logres apretujar dentro de tu calendario. Si tú asignas los placeres y el disfrute únicamente a los fines de semana, entonces sólo te sentirás positivo durante esas 48 horas. Desafortunadamente, el resto de la semana estará marcada por la frustración y la creciente tensión. ¿Qué deberías hacer? Planificar tu semana de modo que las actividades de diversión no se realicen sólo los fines de semana.
El culpable: tu trabajo
La gran mayoría de la ansiedad que sufres los domingos, surge gracias al trabajo que te espera el lunes. La creciente demanda y la inseguridad laboral son en gran parte la fuente del «bajón del lunes». Esto se alimenta de la presión, las expectativas, el miedo y la inestabilidad. Si tu única motivación para ir a la oficina es pagar tus facturas y cada día que pasas allí te sientes como un fracaso, entonces el síndrome del lunes puede convertirse rápidamente en un problema mucho más grave. Con el pasar del tiempo, el insomnio, la fatiga crónica, las crisis de ira, la agresión y los síntomas de las enfermedades psicosomáticas acompañarán a la tensión habitual.
La clave: un acercamiento a la vida
Deshacerse del estrés y la frustración de los lunes no significa que inmediatamente vayas a disfrutarlos. Sin embargo, la clave para sentirse mejor es aceptar tus propios sentimientos. Si sientes incomodidad antes de una reunión de lunes o debido al gran volumen de trabajo, trata de aceptar este hecho y deja que tus emociones fluyan. No huyas de lo que sientes, no intentes esconderte en la ira o la expresividad. Sólo controla tus pensamientos, identifica tus sentimientos, comparte tus miedos con tus seres queridos y entiende que tienes derecho a sentirte mal. Cuando dejas que tus pensamientos y emociones fluyan libremente, la tensión no se acumulará y crecerá, y esto ya es un paso para aliviar el síndrome del lunes.
Consejo de oro: no descuides el sueño
Muchas personas que sufren del «bajón del lunes» casi conscientemente posponen el proceso de irse a dormir. La razón es simple: queremos extender el fin de semana y posponer la llegada del lunes. Esta acción es obviamente ilusoria y sólo nos acerca a otro problema: la constante fatiga.
Es necesario saber que el sueño es un elemento clave en la regeneración del cerebro y del sistema endocrino, que trabajan juntos para mejorar el estado de ánimo, el bienestar, la salud y la energía. Si interrumpes su funcionamiento y los expones a picos constantes de cortisol (la hormona del estrés), entonces estarás contribuyendo a la tensión del lunes. ¿Quieres terminar con esto? Cuida de tus hábitos de sueño y prueba la terapia con mantas de peso (un ejemplo sensorial). Dormir bajo un edredón de este tipo o cubrirse con una manta con peso ayuda a reducir el cortisol y a aumentar la producción de serotonina (la hormona de la felicidad). También tiene un efecto positivo en el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, por lo que nos calmamos más rápidamente, nuestros músculos se relajan y nuestras posibilidades de un sueño eficaz y saludable aumentan cada noche.