Los turnos del trabajo en casa han intensificado nuestras visiones de trabajar en pijama, con las piernas en una mesa de café y agradables paseos cuando nos apetece tomar un descanso. Afortunadamente, rápidamente nos sacudimos estas fantasías utópicas y comenzamos a enfrentarnos a la imagen real de trabajar desde casa. Desde el hogar donde vivimos, descansamos, trabajamos, aprendemos y jugamos al mismo tiempo. Desafortunadamente, no es fácil reconciliar estas realidades, y a largo plazo requiere mucho esfuerzo por nuestra parte. Entonces, ¿cómo lo hacemos? ¡Aquí hay 5 simples pasos!
1. Salga de la cama
¿Cómo cree que nuestro cerebro distingue entre las horas de actividad y las de sueño? Además de la melatonina, que se produce cuando está oscuro y cambia el trabajo de nuestro sistema nervioso, gran parte depende de nuestros hábitos. Se evidencia de manera similar en los niños – primero los dibujos animados a la hora de dormir, luego el baño y finalmente, la hora de dormir. La repetición de este proceso crea un patrón, un ritual por el cual nuestro cerebro sabe qué hacer en un momento dado. Al trabajar fuera de la cama, la rompes, perturbando el ritmo natural del día y la noche. Y esta es una receta simple para los problemas de eficiencia del sueño, insomnio y el despertar. ¿Una alternativa? Puedes cubrirte con una manta pesada mientras estás sentado en tu escritorio, lo que te ayudará a poner tu cuerpo en un estado de relajación mientras mantienes la concentración y el rendimiento mental.
2. Vístase
La cama sirve para descansar y calmarse, mientras que el trabajo requiere concentración y genera tensión – ya lo sabemos. Según los científicos, esto no es todo. Usar pijamas todo el día causa la incapacidad de hacer un «cambio mental» en el modo de trabajo. Debido a esto más cosas nos distraen, y nuestro rendimiento disminuye. Si la situación no lo requiere (por ejemplo, videoconferencia oficial), no es necesario que te pongas un vestido o traje, sin embargo, intenta llevar algo entre el traje formal y las sudaderas. Con este tipo de ropa se entra mejor en el ritmo de trabajo. ¡Sentirás la diferencia enseguida!
3. Tenga un horario
Tener un horario es la clave del éxito, especialmente cuando se trabaja a distancia. Para cumplir con tus deberes profesionales, necesitas planificar tanto el tiempo de trabajo como los descansos, así como el momento de apagar el ordenador y «salir de la oficina». Fíjese un horario y trate de mantenerlo lo más preciso posible. La falta de límites resultará en frustración y un desorden en el equilibrio entre trabajo y vida. Por supuesto, el horario debe estar en línea con los acuerdos con su empleador. Y no pasará nada si una o dos veces el jefe pide un correo electrónico por la tarde, sin embargo, cuando la situación persiste, es mejor hablar con calma sobre las reglas del trabajo a distancia.
4. Manténgase en contacto
Los especialistas suenan la alarma: el trabajo a distancia afecta negativamente a nuestras relaciones interpersonales. El aislamiento en el hogar nos priva de la oportunidad de conocer a nuestros colegas en la vida real, tomar café juntos o charlar en el pasillo. A largo plazo, esto ciertamente afectará nuestra condición mental. Para evitarlo, intente llamar a un amigo o colega de la oficina de vez en cuando y hablar de algo distinto al nuevo proyecto en el que estás participando. Use Zoom o FaceTime para fines privados, no sólo para trabajar – el simple hecho de ver la cara y el cuerpo de alguien tiene un efecto estimulante en su cerebro.
5. Reglas de la casa
Discutimos planes y horarios, ahora es importante informar a nuestra familia sobre ellos. Si su pareja también trabaja a distancia, deben sincronizar sus calendarios y tratar de tener un espacio de trabajo separado. Pongan los escritorios en otras habitaciones, no se distraigan con las conversaciones o las tareas domésticas. Es un verdadero desafío, pero si puede superarlo, la relación en sí misma se beneficiará. Después de todo, incluso bajo un mismo techo pueden extrañarse el uno al otro.