En Europa, esto afecta a hasta el 25% de la población, en su mayoría mujeres y hombres jóvenes, pero también ocurre en niños. El bruxismo es el encogimiento inconsciente de los músculos que dan soporte a la mandíbula durante el sueño. Lo padecen, sobre todo, personas que viven en constante tensión y estrés, causándoles una serie de aflicciones y peligros. ¿Qué es exactamente el bruxismo y cómo se puede combatir?
Agresión suprimida
En nuestros antepasados, la mandíbula era la parte del cuerpo que demostraba la fortaleza, servía para defenderse y mostrar la agresión. Se puede observar un mecanismo similar en niños pequeños que usan estos reflejos primarios para mostrar enojo o insatisfacción, generalmente mordiendo o rechinando los dientes con ostentación. Como resultado de la evolución, el rechinar o apretar la mandíbula hoy en día es un síntoma de agresión reprimida y es característico en personas que no pueden lidiar con el estrés o las emociones negativas. En situaciones estresantes, terminan con un aumento de la tensión muscular, que dura desde unos pocos segundos hasta incluso una hora (incluídos los descansos). ¿La consecuencia? Daños en los dientes e incluso toda la mordida. En algunos, como resultado de la sujeción permanente, los rasgos faciales cambian al mover la línea de mordida. La tensión prolongada y fuerte de los músculos de la cara llamados maseteros conduce a su sobrecrecimiento, lo que da una imagen de la llamada cara cuadrada.
Por la noche y durante el día.
Si usted cree que la tensión de la mandíbula es un fenómeno que ocurre solo en la noche, entonces está equivocado. El crujir de los dientes y el movimiento excesivo de los músculos de la mandíbula ocurren con mayor frecuencia durante la noche, pero también aparece durante el día cuando trabajamos con mucha concentración, nos ponemos nerviosos o experimentamos situaciones estresantes cotidianas. La tensión es involuntaria y no tenemos control sobre ella. El conocimiento de este proceso ocurre con mayor frecuencia cuando el dolor o el bloqueo de la mandíbula ocurren de manera repentina, evitando la apertura de la boca. Puede que no solo haya dolor en el maxilar, sino también fuertes dolores de cabeza, dolor de oído e incluso la columna vertebral. Como consecuencia, se observa abrasión de los dientes y la interrupción del sueño, que a largo plazo, generalmente termina con problemas para conciliar el sueño, levantarse y concentrarse.
Trastornos del sueño
El bruxismo es el síntoma más común o el resultado de otras aflicciones y enfermedades. Las personas que sufren de estrés crónico y, como resultado, fatiga, son mucho más propensas a experimentar esta disfunción. El problema también puede afectar a los roncadores o aquellos que presentan apnea del sueño. ¿Quiénes más se encuentran en el grupo de riesgo? Todos aquellos que hablan durante el sueño, como también sonámbulos, y aquellos que experimentan alucinaciones o sueños lúcidos. El grupo de riesgo también incluye fumadores, amantes del café y quienes padecen de algún tipo de adicción al alcohol, entre otras. El problema hace referencia no solo a los adultos sino también a los niños; los resultados de muchos estudios confirman que el rechinar de dientes se observa en hasta el 59% de los niños. Entonces, ¿Qué puede hacer para deshacerse del problema o para asegurarse de que usted y su familia lo resuelvan? En primer lugar, necesita controlar el estrés, la frustración y la agresión reprimida.
Mantas sensoriales
Si sospecha que el bruxismo puede afectarle a usted o a su hijo, y se encuentra lidiando con los trastornos del sueño, es una buena idea usar una manta sensorial terapéutica. Ésta es un poco más pesada que una manta estándar, generando una sensación de presión muy suave. La presión, a su vez, envía información al cerebro dando aviso de que el cuerpo se encuentra en un lugar seguro. Como resultado, el nivel de cortisol (hormona del estrés) disminuye, ya que el cuerpo no tiene que estar completamente preparado para reaccionar, y éste entra lentamente en un estado de relajación y tranquilidad. El uso de una manta sensorial también es una gran solución en niños. Según las investigaciones, cubrirse con una manta con peso para permitir un correcto descanso es una de las actividades más eficaces, no invasivas y no farmacológicas que reducen el estrés y tienen un efecto positivo en el cuerpo.