Todos sabemos que una persona tiene cinco sentidos básicos: olfato, gusto, tacto, oído y vista, a través de los cuales recibimos correctamente información del entorno. Sin embargo, hay otros sistemas sensoriales que nos informan sobre quiénes somos, cómo nos sentimos en este momento y qué medidas debemos tomar. ¿Qué pasa cuando son molestados? Descubra estos sentidos: propioceptivo, vestibular e interoceptivo.
Control fuera de línea: Sentido Propioceptivo
¿Alguna vez ha escrito en un teclado de computadora o teléfono sin mirarlo? ¿Se pregunta cómo posicionar su cuerpo cuando se levanta de la cama? Si su cuerpo es capaz de realizar ciertas actividades sin saberlo, este es el sentido propioceptivo en uso. Este sentido nos informa sobre el posicionamiento de las partes del cuerpo, sin necesidad de mirarlas. Cuando estamos sentados, activamos algunos músculos, articulaciones, receptores en ligamentos y tejido conectivo, pero cuando nos levantamos y comenzamos a movernos, otros músculos se estiran y otros se contraen simultáneamente, con diferentes actividades de nuestro cuerpo. Se puede comparar con el GPS, como un tipo de mapa de la posición de su cuerpo.
En los niños con trastornos del desarrollo sensorial, podemos observar frecuentes tropezones, derrames o golpes en los muebles, lo cual es sintomático del sentido propioceptivo que funciona incorrectamente. A su vez, cuanto más se mueve un niño pequeño, interactúa con personas, juguetes, herramientas, más apropiadamente usa su fuerza en la intensidad adecuada.
Contra la fuerza de la gravedad: Sentido Vestibular
En resumen, el sentido vestibular nos permite lograr un equilibrio entre lo que nos rodea y nuestro propio cuerpo. Nos permite realizar acciones contra la fuerza de la gravedad, como colgar boca abajo, balancearse o pararse, o simplemente moverse libremente y sin esfuerzo. Además, junto con el sistema visual y propioceptivo, el sistema vestibular nos ayuda a mantener el equilibrio físico, el tono muscular adecuado durante el ejercicio y el campo de visión correcto.
Los niños con trastornos del desarrollo sensorial, incluidos los trastornos vestibulares, experimentan una amenaza a su sentido de seguridad gravitacional, sienten el deseo de abrazarse constantemente y, a menudo, viven con una gran ansiedad, fobia escolar, obsesiones.
Haciendo sonar la alarma: Sentido Interoceptivo
Por lo general, buscamos un vaso de agua cuando tenemos sed. Cuando sentimos presión sobre la vejiga, vamos al baño sin pensar. Sin embargo, estos procesos requieren esfuerzo, simplemente no somos conscientes de ello. Un sentido interoceptivo es responsable de ellos, ya que detecta reacciones importantes que regulan funciones del cuerpo como la respiración, la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la sed o la presión mencionada en la vejiga. Envía mensajes que pueden afectarnos fuertemente y desencadenar acciones específicas. Por lo tanto, podemos cuidar independientemente nuestra salud, necesidades fisiológicas y funciones básicas del cuerpo.
Los niños con trastornos del desarrollo sensorial, incluidos los trastornos de los sentidos interoceptivos, tienen problemas para darse cuenta de las relaciones de causa y efecto y para responder a las señales del cuerpo.