Hoy en día, cuando las tabletas y los teléfonos celulares son los juguetes favoritos de los niños, es importante conocer técnicas de relajación que ayuden a los niños a mejorar su pensamiento y otras habilidades necesarias para vivir en el mundo de hoy. El mejor escenario es cuando están conectados con la diversión creativa para involucrar completamente a nuestros niños en el juego. Aprender el autocontrol es un elemento crucial del crecimiento, ya que influye significativamente en la vida adulta.
1. globos de colores
Esta técnica ayudará a aprender la relajación a través de la respiración adecuada. Todo lo que necesitas es un poco de espacio y algunos globos de colores. Infla y estalla uno de ellos. Luego inflar otro y desinflarlo lentamente manipulando el respiradero. En la siguiente etapa, pida a los niños que cierren los ojos y simulen que son globos de colores. Deje que respiren profundamente el aire y luego pídales que lo dejen salir lentamente, igual que con el segundo globo. La última y más importante etapa es hablar sobre situaciones en las que los niños se sintieron como globos, es decir, sobre momentos difíciles en los que no pudieron soportar la presencia o la presión de alguien. Pregunte a los niños cómo enfrentaron esas situaciones difíciles y aconseje sobre soluciones alternativas destinadas a desarrollar la conciencia en tales situaciones.
2. pequeña semilla
En este juego los niños ganan no solo la autoconciencia sino también el autocontrol. Consiste en actuar como un árbol en crecimiento con música de relajación pacífica en el fondo y una luz tenue. Comenzamos en una posición de rodillas con la cabeza inclinada hacia abajo. Poco a poco vamos extendiendo los brazos como despertando a los gatos. Pretendemos ser pequeñas semillas que crecen con la música lenta para finalmente convertirse en grandes árboles. Luego estiramos nuestros brazos mientras estamos de pie muy lentamente. Este ejercicio relajante puede repetirse varias veces, por ej. pretendiendo que plantamos todo el bosque lleno de varios árboles y arbustos. La técnica de «pequeña semilla» también será útil en la noche, cuando queremos que nuestro hijo se relaje antes de quedarse dormido.
3. Soy una tortuga
El «método de la tortuga» desarrollado por especialistas es una excelente manera de mejorar el autocontrol. Todo lo que necesita hacer es contarle a su hijo la historia de una tortuga pequeña que se estaba enojando todo el tiempo y no podía controlarse a sí misma:
Érase una vez la tortuga se sintió muy sola y aislada. Afortunadamente, unas horas después se encontró con una tortuga sabia que le mostró un truco para controlar su cuerpo cuando estaba enojado. “Necesitas meterte en tu caparazón y contar hasta que te calmen y detengas todos tus pensamientos hasta que te relajes” – dijo la vieja tortuga.
Esta historia es perfecta para niños de 3 a 7 años. Para enseñarles esta habilidad, podemos darles una calcomanía o una pequeña tarjeta con la imagen de una tortuga, cada vez que el ejercicio se realice en una situación estresante.
4. Mandalas y una manta.
Aunque el dibujo no parece ser una técnica de relajación especial, la selección de imágenes adecuadas podría hacer milagros. Una de las ideas son los mandalas diseñados para niños que no solo relajan y estimulan una reflexión más profunda, sino que también desarrollan creatividad y concentración gracias a sus formas, características y motivos. Durante esta actividad absorbente, es bueno usar una manta ponderada cuyo peso estimule los receptores del cuerpo e influya positivamente en el sistema nervioso. Como resultado, reducimos el nivel de cortisol en la sangre, por lo que nos calmamos más rápidamente y también producimos más serotonina que alivia la ansiedad del niño. Tal manta ayudará a un niño a permanecer concentrado mientras realiza una tarea determinada.