Procrastinación y estrés
Hay personas para quienes la oclusión es una perturbación en la vida. La procrastinación resulta en una reducción del estatus social y en el deterioro de su situación financiera. Además, esas personas no pueden cambiar sus esquemas de comportamiento, posponiendo las cosas para más tarde. Así es como el círculo vicioso del estrés y la procrastinación sigue girando. ¿Como funciona?
Pensar en una tarea que de alguna manera no quiere o no puede realizar ese motivo de gran preocupación. La procrastinación proporciona alivio por un tiempo, pero la idea del trabajo que posterga permanece en la parte posterior de su cabeza no le permite descansar. Las consecuencias del trabajo discontinuado que pueden esperar en el futuro solo pueden empeorar las cosas.
La presión continua afecta rápidamente su salud: irritabilidad, falta de atención, dolores de cabeza e insomnio. Estos son solo algunos de los efectos de tales retrasos. La situación es aún más grave si las amenazas deben tener antecedentes en TDAH, neurosis o depresión.
Procrastinación y TDAH
¿Puede el TDAH ser la causa de la postergación? Las personas que luchan con trastornos de TDAH tienen problemas para planificar sus actividades, concentrarse y realizar tareas complejas o tediosas. Es por eso que son rápidos para dejar las cosas y tienden a olvidarse de diferentes tareas, incluso los asuntos, y es difícil para ellos mantener el horario. Las desventajas que surgen de los trastornos del TDAH sin duda contribuyen a la procrastinación.
La terapia cognitiva conductual puede ayudar. Hace que sea más fácil eliminar errores e introducir un comportamiento correcto que facilite una mejor gestión del tiempo.
Neurosis como la causa o la procrastinación
La neurosis de ansiedad puede ser otra razón para guardar cosas. Las personas que lo sufren experimentan inquietud continua. La preocupación por su propia salud, seguridad y familia. Esto ocupa mucho de su tiempo y no queda mucho tiempo para realizar otras actividades. Esto también contribuye a la procrastinación.
¿Cómo asegurarse de que la neurosis es la causa? El trastorno se manifiesta por: fatiga, insomnio, irritabilidad, tensión, arritmia cardíaca y sudoración excesiva.
La medicación y la psicoterapia pueden ayudar a tratar la neurosis. Además, también vale la pena tratar de distraer la mente de los pensamientos negativos.
Procrastinación en la depresión
La depresión es una condición muy grave en la cual el cerebro deja de funcionar racionalmente debido a los cambios químicos que ocurren dentro. Una persona deprimida es desanimada, superada por la tristeza y la sensación de desesperanza. El rasgo característico es la falta de voluntad y la falta de energía y capacidad para llevar a cabo incluso las operaciones más básicas.
Para los transeúntes, que no me han abordado la depresión, tal comportamiento puede ser completamente incomprensible. A menudo se percibe como lamentación o pereza. Algunas veces, el entorno reacciona a la depresión diciendo «¡Reúnete!».
Sin embargo, la depresión no debe descuidarse, especialmente porque su etapa avanzada puede llevar al suicidio. Es necesario consultar a un psiquiatra e iniciar un tratamiento, que generalmente se basa en tomar medicamentos, a veces también en trabajos individuales con un psicoterapeuta o terapia de grupo.
Trastorno obsesivo-compulsivo y procrastinación
El trastorno obsesivo compulsivo está estrechamente relacionado con la depresión y la neurosis. Este tipo de disfunción no le permite sentirse satisfecho con sus propias tareas, incluso las bien hechas. Esta es una sensación ligeramente similar al perfeccionismo excesivo. Siempre hay algo que mejorar, nada es perfecto como debería.
Una persona con trastorno obsesivo compulsivo acumula sentimientos y pensamientos negativos y se acompaña de una sensación de impotencia, es perseguido por malos pensamientos, repite operaciones reflejas (por ejemplo, limpiar, apilar o intercambiar objetos, lavarse las manos o los dientes, etc.). Todo esto limita la persona y no permite que ellos para hacer frente a los asuntos que se deben realizar.
Estos trastornos se tratan de manera similar a la neurosis y la depresión, tomando medicamentos, realizando terapia cognitivo-conductual y terapia en grupo, etc.
Procrastinación en una persona fatigada
No dormir lo suficiente, una gran cantidad de tareas, responsabilidades y estrés en el corto plazo causan serias tensiones para la salud. Los síntomas de la fatiga incluyen: la deriva a la mitad del día y en circunstancias inesperadas, irritabilidad, insomnio, falta de energía y problemas de atención. Esta condición también resulta en procrastinación.
La fatiga es aparentemente menos grave que las disfunciones mencionadas anteriormente, pero descuidarla puede tener consecuencias graves: enfermedades autoinmunes (diabetes mellitus, Hashimoto, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, etc.), infartos, aterosclerosis y depresión.
Algunas veces, para evitar la fatiga, es suficiente aprender asertividad y delegar tareas a otras personas. Además, durante el aumento de la explotación del cuerpo, vale la pena garantizar la comodidad y la posibilidad de regeneración: mantener una dieta sana y equilibrada, hacer ejercicio y garantizar una cantidad suficiente de sueño.
¿Cómo vencer la procrastinación?
Es de suma importancia preguntar y responder preguntas: ¿por qué pospongo las cosas para más tarde? ¿Qué son esas cosas? ¿Qué me detiene de ellos? ¿Tengo tiempo para realizar tareas importantes? Tal vez hay otra razón por la que no quiero hacerlas?
Si la procrastinación resulta de la falta de voluntad y no se relaciona con otros tipos de trastornos, puede motivarse dividiendo sus tareas en lotes más pequeños y más fáciles, aprender a administrar el tiempo y reducir el tiempo de los consumidores como la televisión, teléfonos y juegos de computadora, etc.
Si la procrastinación resulta de los trastornos mencionados anteriormente, vale la pena buscar ayuda de un médico o terapeuta. Descuidar tales problemas seguramente no ayudará y podría agregar síntomas de salud negativos.