Los problemas de sueño suelen estar asociados a factores psicológicos, como el estrés en el trabajo o las peleas de pareja. A veces también atribuimos la falta de sueño a las complicaciones de salud que la acompañan, por ejemplo, un resfriado o una migraña. Mientras tanto, resulta que es nuestra dieta la que puede dar origen a numerosos problemas relacionados con el descanso, así como la hora a la que comemos durante el día.
Cada vez le damos más importancia a lo que hay en nuestro plato, al contenido calórico de nuestra dieta, pero rara vez nos ceñimos a ciertos horarios de comida. La mayoría de nosotros sólo presta atención a la cena, que ingerida demasiado tarde puede provocar dificultades para conciliar el sueño o desagradables complicaciones gástricas. Mientras tanto, nuestro sueño se ve afectado por una serie de comidas, no sólo por la última. ¿Cuáles son los errores más comunes que cometemos?
Tener siempre prisa
Vivir con prisa constante no es propicio para mantener hábitos saludables. Demasiado trabajo y demasiadas responsabilidades nos distraen de actividades esenciales como… comer. Saltarse las comidas es el mayor pecado que cometemos contra nuestro cuerpo. Y de aquellos pecados hacia los trastornos del sueño, el camino es realmente corto.
El camino a través del poder calorífico
Sí, a menudo nos fijamos en el valor calórico de las comidas, pero normalmente no lo asociamos con el momento adecuado del día. Esto significa que cuanto más tarde sea, menos calorías deberían tener nuestras comidas. El desayuno puede ser abundante e incluso dulce, pero el almuerzo debe ser equilibrado y lleno de nutritivos carbohidratos; la merienda y la cena deben ser las comidas más ligeras y de fácil digestión. Manteniendo estas proporciones, nuestro cuerpo digerirá constantemente cada una de ellas y no se agobiará durante la noche.
Compensación de las comidas
Si cree que omitiendo el desayuno y el almuerzo podrá compensarlo con una rica cena, está equivocado. Compensar las comidas no existe en las dietas. Sin embargo, esto no significa que tenga que pasar hambre y elegir únicamente productos saludables, como por ejemplo verduras en lugar de carne frita. Recuerde que todo lo que coma por la tarde quedará para «trabajar» durante la noche. Y después de una noche tan «ocupada», es difícil esperar un organismo regenerado.
Formas de dormir mejor
No sólo la comida hará que sus noches sean relajantes y efectivas. Si de vez en cuando tiene una noche más pesada, puede intentar trabajar en la calidad de tu sueño y en los hábitos que has desarrollado hasta ahora. Para evitar que el problema se repita, usted puede:
- Sustituir el colchón: su vida útil no es ilimitada. Un colchón desgastado o incómodo no le proporcionará unos dulces sueños.
- Piensa en cambiar el edredón: si quiere trabajar en la calidad de su sueño, pruebe sustituir el edredón clásico por una manta ponderada con un relleno especial. Una manta de este tipo facilita la entrada en un sueño profundo y lo hace efectivo. Esta forma para poner el cuerpo en un estado de calma está probada y recomendada por terapeutas.
- Estudiar las reglas de higiene del sueño: aunque se habla mucho de ello, seguimos teniendo problemas para mantener las reglas básicas.
- Planifique cuidadosamente, no sólo las tareas profesionales, sino también las domésticas, incluyendo el descanso y la hora de levantarse y despertarse. Un día ordenado brinda una mejor oportunidad de dormir mejor por la noche y tener una mañana más agradable.
- Leer: si no puede dormirse, la mejor manera de «cansar» el cuerpo será realizar una actividad que requiera la participación de al menos uno de los sentidos. En este caso, la lectura (sólo en papel) de libros o periódicos puede ser beneficiosa, porque la implicación simultánea de la vista y la mente debería hacer frente rápidamente a los restos de energía acumulada. Asegúrese de evitar mirar el teléfono, el ordenador y la televisión.