Aunque cada niño necesita amor y atención, los niños con trastornos psicomotores los necesitan aún más. Su comportamiento, agotador para todos los que los rodean, causa problemas serios y desagradables, especialmente a ellos mismos. Dado el número cada vez mayor de niños con este tipo de trastorno, vale la pena saber cómo lidiar con ellos para mostrar la mayor comprensión y apoyo posible. Es por eso que hemos preparado un «código» de comportamientos y actitudes que ayudarán en esto.
- Organización: los niños con TDAH deben tener su entorno lo más organizado posible, lo que también puede incluir un elemento de posible apoyo farmacológico. Recordemos que estos niños viven en un caos interno constante y con una sensación de ansiedad no localizada, por lo tanto, todo lo que los rodea debe tener orden.
- Mostrar comprensión y apoyo: Es más difícil para esos niños encontrar amigos debido a su disfunción. Es más difícil para ellos tener éxito y recibir elogios. Tratemos de brindarles tranquilidad y oportunidades para tener éxito y facilitarles el logro de sus objetivos.
- Armar una rutina: Esta es una parte importante del orden que mencionamos en el primer punto. Armar una rutina estricta para levantarse, irse a dormir, comer y las tareas domésticas les darán una sensación de seguridad y estabilidad en su entorno. Además, los niños hiperactivos necesitan más tiempo para descansar y recuperarse, y estas rutinas diarias les facilitarán la tarea.
- Limitar los estímulos: Debido a que estos niños se distraen fácilmente, se debe tratar de mantener la calma en el hogar. Evite reproducir música a todo volumen, visitas frecuentes de invitados, fiestas en el hogar o el uso de múltiples dispositivos electrónicos a la vez. Debe asegurarse de que su hijo se concentre en una actividad a la vez. Entonces, por ejemplo, es mejor no permitirles comer frente al televisor, etc.
- Juegos sensoriales: Tocar, oler, saborear y experimentar son elementos extremadamente importantes en el tratamiento de niños hiperactivos. Es por eso que se deben buscar diversas formas de crear conciencia sensorial, preferiblemente a través del juego. También se pueden usar productos pesados (por ejemplo, mantas para ayudarlos a conciliar el sueño y calmarse, o chalecos con peso para usar a diario). Estos apoyarán activamente la terapia y también ayudarán a calmar las emociones.
- Plan: los niños con TDAH odian los cambios rápidos e inesperados. Cualquier cosa repentina introduce confusión en sus vidas y puede terminar en una inestabilidad igualmente rápida. Así que adhiérase a los planes y rutinas detallados lo mejor que pueda. Si debe haber un cambio del plan, trate de explicarle en voz baja a su hijo lo que está sucediendo o lo que sucederá y porqué.
- Organice el lugar de trabajo: cada niño en edad escolar, especialmente los hiperactivos, deben tener un lugar de trabajo cómodo y tranquilo con pocos objetos que lo distraigan. Lo mejor serán muebles y organizadores brillantes, en los que podamos organizar los accesorios escolares necesarios, como lápices, bolígrafos, etc.
- Bríndeles la oportunidad de hablar: como padre de un niño hiperactivo, trate de darle a su hijo todas las oportunidades para expresar opiniones e inmediatamente y con calma intente organizar todas sus declaraciones caóticas y a menudo incoherentes.
- Despertar la curiosidad: trate de despertar los intereses de su hijo e involucrarlo en actividades específicas. Recuerde acompañarlo todo el tiempo en el proceso de alcanzar objetivos nuevos, tratando de organizar las diferentes etapas.
- El arte de la flexibilidad: si su hijo hiperactivo no es el primero, entonces sus métodos de crianza existentes pueden no funcionar. Los niños con TDAH requieren reglas claras, pero el rigor excesivo a menudo tiene un efecto contraproducente.
- Sea un compañero: su hijo necesita cuidado y atención, así que trate de acompañarlo en el juego, en momentos difíciles (que en su caso a veces no son obvios), así como en actividades relajantes. ¡Su presencia es extremadamente importante para él!
- Confrontar: trate de confrontar tranquilamente al niño con las consecuencias de su comportamiento, sin emoción. Recuérdele y dígale qué hacer para organizar mejor su tiempo y poder usar las estrategias. Con la mayor frecuencia posible, muestre qué sucederá si […].
- Recordatorios: un niño con trastornos de excitabilidad tiene dificultades para recordar, asociar hechos y, por lo tanto, realizar tareas. Así que trate de utilizar por ejemplo notas adhesivas con tareas específicas y planes diarios.
- ¡No se culpe a si mismo! Recuerde que tener un niño tan animado en el hogar, a menudo rebelde, significa que usted, el padre o la madre, también puede responder volviéndose impulsivo y no actuando «correctamente». Si reaccionas con agresión, intente perdonarse a si mismo. Es necesario disculparse con su hijo y seguir tratando de aprender a controlar las emociones. Si cree que no puede hacerlo, solicite ayuda a un especialista, ¡no hay nada de vergonzoso en eso!