Somnifobia: Cuando el sueño causa miedo real

Kołdra Obciążeniowa Gravity

11 marzo, 2020 / Mateusz

La somnifobia es el miedo crónico e irracional al quedarse dormido, se está extendiendo cada vez más en las sociedades modernas. A veces también se confunde con el insomnio, pero esta confusión solo dificulta el diagnóstico y la posibilidad de una recuperación completa. Evitar dormir puede conducir a trastornos graves, como una inmunidad severamente reducida, obesidad, neurosis e incluso depresión.

Traumas y pesadillas.

Somnifobia o hipnofobia es un miedo acompañado de pánico severo antes de quedarse dormido y soñar. Es una enfermedad de larga duración y debilitante que está aumentando rápidamente en la sociedad moderna. No es sorprendente que tenga un impacto muy negativo en el buen funcionamiento del cuerpo contribuyendo así al desarrollo de nuevas enfermedades. Entonces, ¿cuál es el origen de la somnifobia?

Desafortunadamente, su desarrollo puede verse influenciado por muchos factores dependientes, que a menudo desconocemos. Suele ocurrir como resultado del estrés postraumático, pero también puede desarrollarse en personas que han experimentado una situación traumática en la infancia. Quedarse dormido puede asociarse con una sensación de miedo como resultado de experiencias traumáticas. Estos pueden ser realmente mortales, como un accidente automovilístico que ocurrió durante el sueño, o inspiradores de miedo, como despertarse en una habitación oscura en ausencia de los padres. Estas fobias (incluida la somnifobia) pueden ser inducidas. En los niños, pueden desarrollarse bajo la influencia de historias sugerentes, imágenes o ansiedad observadas en los cuidadores (cuando tienen problemas para conciliar el sueño).

Otra razón son las pesadillas recurrentes y la parálisis del sueño asociada, es decir, congelación repentina del cuerpo e incapacidad para moverse, combinada con una sensación de dificultad para respirar. Esta condición es fisiológica durante el sueño. Evita la actividad accidental, peligrosa en ausencia de control consciente del cuerpo. Ocurre cuando las ondas cerebrales no están completamente «cambiadas» a soñar cuando se duerme o se despierta. Tal experiencia puede causar un miedo paralizante de quedarse dormido. Los sueños desagradables, incluida una sensación de amenaza o sonambulismo, también pueden ser la causa. La somnifobia, como el insomnio, puede ser causada o exacerbada por el estrés crónico. A menudo acompaña a trastornos afectivos (por ejemplo, depresión) y trastorno de ansiedad generalizada (neurosis).

Los primeros síntomas de somnifobia.

En la etapa inicial de la enfermedad, la persona afectada puede funcionar con bastante normalidad durante el día. El primer sentimiento de ansiedad se desarrolla con el aumento de la oscuridad y la aparición del sueño. Por supuesto, el tipo y la gravedad de los síntomas de somnifobia dependen de las características individuales, sin embargo, los síntomas más comunes antes del sueño son:

  • palpitación
  • aumento de presión
  • sudoración excesiva
  • dolor en las extremidades
  • dolor abdominal
  • disnea
  • náuseas
  • dolores de cabeza

El pánico creciente y algunos de estos otros síntomas pueden aumentar a medida que se desarrolla la enfermedad y, con el tiempo, evitar que se duerma por completo. Sin embargo, antes de que esto ocurra, observamos una disminución significativa en el estado de ánimo, irritabilidad, apatía y estados pre depresivos. Como resultado, las actividades ordinarias como el funcionamiento de una casa, el cuidado de niños, el cumplimiento de deberes profesionales o el contacto con otras personas se vuelven cada vez más problemáticas. Esta situación lleva a un círculo vicioso, que causa depresión y agrava los problemas para conciliar el sueño.

Lucha contra los miedos del sueño.

La somnifobia tiene consecuencias muy graves, por lo que requiere un diagnóstico y tratamiento rápidos. Sin embargo, no se recomienda usar farmacoterapia a largo plazo, que suprime los síntomas y no elimina la fuente del problema. Primero debemos consultar con un psicoterapeuta que nos ayudará a identificar la causa del miedo y luego determinar cómo cambiar el comportamiento y el pensamiento anormales.

Sin embargo, para ayudar a controlar las emociones negativas y las reacciones vegetativas, los especialistas recomiendan usar técnicas de relajación y meditación. Las mantas con peso (disponibles para niños y adultos) también pueden ser útiles. Dentro de sus propiedades se encuentran; la reducción del nivel de la hormona del estrés, la regulación del trabajo del sistema nervioso y la reducción de la sensación general de tensión y ansiedad. Se recomienda aumentar la actividad física, ya que naturalmente causa fatiga y hace que sea más fácil conciliar el sueño.